Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://lucaobf861776.blogozz.com/37478372/un-análisis-profundo-del-cabezazo-de-zidane